La voz es una herramienta fundamental de trabajo para cientos de profesionales, pero en especial para los docentes, quienes la utilizan durante varias horas del día, y en ambientes no acondicionados.
Cuando la voz no está preparada para una sobre exigencia, se produce la denominada “disfonía”, la cual genera una pérdida parcial de la misma, voz ronca o forzada y es considerada una enfermedad profesional, debido a que se produce por la exposición vocal en su lugar de trabajo.
Si usted ha padecido disfonía, debe seguir una serie de recomendaciones a nivel personal y en su ambiente de trabajo, las cuales se detallarán a continuación:
Recomendaciones a la persona: evitar hablar o cantar cuando se encuentra disfónico, eliminar el consumo de tabaco, alcohol, alimentos picantes, bebidas excesivamente frías y calientes; y el consumo de caramelos de menta. Beber abundante líquido a temperatura ambiente. Realizar descanso vocal cuando tenga tiempos libres. Evitar carraspear, toser con fuerza o aclarar la garganta frecuentemente. No fuerces la voz por encima del ruido ambiental. Evitar utilizar la voz cuando presente laringitis, faringitis o cualquier alteración en la vía respiratoria.Utilizar micrófono o amplificador.
Recomendaciones en el ambiente: Evitar ambientes con calefacción y/o cargados con humo, evitar la inhalación de olores fuertes o irritantes y humidificar el ambiente cuando hay calefacción.
¿Cuál es el tratamiento?
En el caso de presentar disfonía, el paciente debe acudir a un médico Otorrinolaringólogo a la brevedad , quien está capacitado para realizar una evaluación y exploración laríngea, con la intención de establecer un diagnóstico claro, lo que permitará indicar los pasos a seguir, a nivel médico y farmacológico. También es necesario iniciar una terapia fonoaudiológica, que ayudará a la rehabilitación y entrenamiento vocal.
La rehabilitación fonoaudiológica dependerá del informe médico, y se basará en recopilar antecedentes generales, síntomas, hábitos (fonatorios, alimenticios, físicos y laborales), y luego evaluación de órganos que intervienen en la articulación, función respiratoria, examen muscular, comportamiento articulatorio y vocal, entre otros. A partir de los resultados de esta evaluación, el fonoaudiólogo establecerá los objetivos de trabajo y las recomendaciones pertinentes.