Durante el año escolar cambia la rutina de los niños abruptamente. Del juego libre sin reglas, deben adaptarse a horarios más rígidos que exigen atención a nuevas tareas y deberes. Y, ¿dónde queda el juego? El juego pasa a ser parte del entretenimiento, del tiempo libre o de ocio. Y este espacio parece ser poco relevante y escaso.

 

¿Cuál es la función del juego libre?

El juego libre en la infancia tiene un espacio tan importante, que los padres deberíamos dejarlo en un lugar prioritario. El juego infantil tiene una función sustancial, y esta es que a través de éste los niños aprenden. En general, se deja al juego como una actividad secundaria que viene después de las actividades académicas o de otras obligaciones, pero el mismo no sólo es para el entretenimiento, sino que es mayormente aprendizaje.

 

A partir del juego los niños construyen su identidad, subjetividad, las relaciones con otros y con el mundo. A través de éste, los niños crean, repiten, imitan y comprenden lo que pasa a su alrededor, convirtiéndose en la principal herramienta de los niños para entender el mundo. Durante la infancia, el juego debiera ser la actividad principal del niño, ya que también le ayuda a comprenderse a si mismo.

 

¿Cómo es el juego libre?

El instinto y la curiosidad innata desarrollan un juego que no tiene reglas y no tiene una estructura definida. Es el niño quien elige con qué, con quién y cómo jugar; cual será el material, la trama y el desenlace. Todo esto se realiza sin la intervención directa del adulto y sin interferencias.

 

Durante los primeros años, el juego surge espontáneamente y no tiene que ser dirigido por el adulto, lo cual no quiere decir que el adulto no pueda acompañar el juego. Su rol es más bien el de observar, seguir el ritmo del niño, y entregar apoyo emocional cuando el niño lo requiera.

 

¿Cómo el adulto puede apoyar el juego libre?

  • No hay plan: el juego libre no es planeado, se pueden poner a disposición del niño algunos materiales, pero es él quien decide cómo utilizarlos.

 

  • Tiempo y atmósfera: preparar una atmósfera que propicie el juego, tener al menos entre una hora y una hora y media para poder desarrollarlo adecuadamente.

 

  • Espacio: el espacio es importante para que el niño pueda realizar distintos movimientos, no sólo mover pequeños objetos con la mano. Es por eso que se debe tener un espacio despejado y adaptado a las necesidades del niño.

 

  • Materiales: poner a su disposición distintos materiales, juguetes y objetos variados. Los materiales deben llamar la atención del niño por lo que éste pueda crear con ellos y permitir desarrollar su imaginación y creatividad.

 

  • Contacto con la naturaleza: favorecer el juego en el exterior, el contacto con la naturaleza y la estimulación de todos los sentidos.

 

La tarea de padres, cuidadores y educadores es devolver al juego libre el rol fundamental que ocupa en la infancia.

7 comentarios de “La importancia del juego libre en los niños

  1. Claudia Ulloa Silva dice:

    Excelente artículo, interesante, claro y preciso ! Todos las personas que se relacionan con niños deberían leerlo !

  2. Marcela dice:

    Qué interesante artículo. Hemos relegado al juego libre como un espacio entre actividades y por eso los niños “se aburren” cuando disponen de tiempo para ellos.

  3. Daniela Zuñiga dice:

    Tan importante el juego libre y tal como dice el artículo tan poco relevante que se torna en el día a día con los niños y las obligaciones que tenemos. Es una deuda con ellos que tenemos el poder dejar ser y explorar de acuerdo a lo que ellos quieran y gusten en cada momento, no es extraño a veces decirle, hagan esto o jueguen a lo otro.. que poco ponemos en práctica el dejarlos ser.. sobre todo considerando que la vida nos atrapa en un ir venir de cosas. Gracias por escribir sobre la importancia del juego libre en nuestros pequeños

  4. Macarena dice:

    Que lastima que tengamos que recurrir a profesionales para que nos digan algo tan básico que debemos hacer con los niños.. El juego es y será la principal herramienta para los niños con sus pares.
    Me encantó el artículo pero me gustaría aún más que esto se llevara más a cabo en los colegios. He ahí donde tenemos que ayudar. La etapa preescolar.
    Excelente profesional y muy cariñosa!

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